Brooklyn, un aroma romántico, sexy y distintivo, construido de una manera muy contemporánea para mostrar toda su composición, en lugar de notas individuales. Pero para aquellos que quieren que nombremos nombres, es oficialmente un oriental amaderado y lleno de picante que mezcla cardamomo, hojas de geranio y madera de cedro, mientras que las hojas de pomelo y enebro aceleran el aroma, y la madera de guayáico y el cuero de América del Sur aportan un toque tierno y atractivo. En la vanguardia de la perfumería, Brooklyn también tiene lo que se conoce en el comercio como sillage, es decir, no se aferra a la piel, sino que se difunde, dejando un rastro detrás de ella.
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