Oscuro y sensual, seco y dulce, Taklamakan ondula como las arenas del desierto por las que recibió su nombre, envolviéndote en una nube adictiva de vainilla ahumada, lujoso caramelo, pachulí ricamente especiado y suntuosas resinas balsámicas bajo un cielo cargado de ámbar gris. Los vientos cálidos y secos del desierto soplan desde el este, trayendo lujos exóticos de la antigua Ruta de las Especias, incienso y opoponax, y prendiendo fuego a un rico cuadro de maderas que consisten en cedro chino, abedul, cade y guayaco. A medida que envuelven lentamente la vainilla oscura en el corazón de Taklamakan, la mirra polvorienta y la mirra dulce lanzan su magia en un hechizo inquietante que se enriquece aún más con el opulento sándalo, la tonka lujosamente cremosa, el ládano masticable y una gota de rosa seca. En su secado, Taklamakan se convierte en un sueño reconfortante de ámbar dorado infundido con una cremosa suavidad, maderas secas, resinas aterciopeladas y un suave picante. Potente, profundo y duradero, Taklamakan nos cautivó con su dulce canción del desierto y se ha convertido en el nuevo favorito de Stephane Humbert Lucas.
Bergamota, rosa, pachulí coeur, vainilla negra, absoluto de tonka, abedul, cade, gaiac, cedro, mirra, lirio, bálsamo de tolú, ládano, ambreína, ámbar gris, benjuí, sándalo, almizcle
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