Esta creación habla de un maravilloso descubrimiento que Tiziana y Paolo hicieron durante un viaje fascinante cuando eran niños, en una ciudad italiana muy querida y única: Milán. El descubrimiento de la luna nueva, también conocida como luna negra. Este es el ciclo lunar de renacimiento y es considerado un buen augurio para muchos, como señal de prosperidad y suerte para la felicidad futura. Milán es la ciudad que nunca duerme, siempre activa y trabajadora, siempre viva y llena de tendencias que pronto se convierten en moda en el mundo. Los dos niños viajan con su abuelo, quien de joven sirvió en Milán como oficial de la caballería italiana. A sus ojos la ciudad aparece enorme, embriagadora y llena de intensas luces que no dejan de latir como las estrellas en el cielo. El aire de verano está lleno de olores y aromas que llegan de todos los rincones, mientras los dos caminan por las calles de Brera hasta la cúpula de la Galleria Vittorio Emanuele. Los grandes edificios históricos dominan la ciudad y tras sus gigantescas puertas de fragante madera se esconden historias y misterios encerrados en fantásticos secretos. Aquí, en la noche, en el centro de la Piazza del Duomo, la luna negra aparece por primera vez ante sus ojos. Inmensamente bella y escurridiza, como la alquimia acrobática de esta creación única y exclusiva. La fragancia se abre con la intensidad chispeante y preciosa del azafrán italiano abrazado por ramos con un intenso aroma de pétalos seleccionados. Absoluta rosa de Bulgaria y geranio rosa combinados con la preciada magnolia que florece solo un día al año macerada con ylang ylang. Las resinas de cipriol actúan como puente con un fondo intenso y regio, de la fuerza decisiva y concreta determinada por combinaciones de maderas invaluables guardadas en la biblioteca olfativa de la familia Terenzi. Esta cabeza persistente y elegante reposa sobre un corazón fuerte y regio formado por la rarísima raíz de la noble aristocracia, conocida como orris rodeada de preciosos cedros de Cuba y Madera de Guaiac. Las resinas del bálsamo de Gurjum actúan como un puente con una base intensa y regia, con una fuerza decisiva y concreta determinada por combinaciones de esencias antiguas, casi invaluables, guardadas en la biblioteca olfativa de la familia Terenzi. Aquí aparecen el ámbar gris y luego el Oud negro de la India y de nuevo el almizcle imperial con más de 45 años de maceración junto al pachulí rojo endulzado por la flor de vainilla de Tahití y la corteza de sándalo. Una fragancia que hará renacer,
cipriol, magnolia, ylang ylang, rosa búlgara, azafrán, geranio
bálsamo de Gurjum, cedro, raíz de lirio, madera de gaiac
NOTAS DE FONDO:
ámbar, pachulí, sándalo, vainilla, almizcle, oud
Valoraciones
No hay valoraciones aún.